Participar por primera vez en EVA fue, sin duda, una experiencia inolvidable para Loix. Esta edición no solo marcó un nuevo capítulo en nuestra historia, sino que también nos permitió conectar con un público que valora el diseño, la autenticidad y el compromiso con la calidad.
Desde el primer día, la reacción del público fue una mezcla de sorpresa y admiración: muchos no podían creer que detrás de nuestros relojes estuviera una marca 100 % colombiana. “¿Es marca colombiana?” fue una de las frases más escuchadas en nuestro stand, y nos llenó de orgullo poder responder con un rotundo “sí”.
La acogida fue extraordinaria. Nuestros diseños clásicos, pensados para quienes aman la elegancia atemporal, captaron la atención de un público exigente. Pero lo que realmente nos emocionó fue ver cómo también los modelos más innovadores, tanto para hombres como para mujeres, despertaron curiosidad, conversación y muchas sonrisas. EVA fue la oportunidad perfecta para demostrar que la relojería nacional puede estar a la altura de las tendencias globales.
Cada visitante, cada comentario, cada mirada detenida sobre nuestros relojes nos confirmó que vamos por el camino correcto. Nos vamos con el corazón lleno de gratitud y con la certeza de que esta participación nos posiciona como una de las marcas más competitivas en diseño y garantía del mercado.
Nos despedimos de EVA con un poco de nostalgia, pero también con mucha emoción por todo lo que viene. Esta feria nos abrió las puertas a nuevos horizontes y reafirmó nuestro propósito: seguir creando piezas que hablen de quienes somos, con el mismo compromiso, detalle y orgullo colombiano que llevamos en cada reloj.
La garantía de un diseño único.